El Rol Estratégico de la Diligencia Debida Ambiental y Environmental Law Compliance
Yelena Piedra Matsenko
La prevención del lavado de activos (PLA) se enfrenta a una de sus mayores evoluciones, impulsada por la creciente amenaza de los crímenes ambientales. La diligencia debida ambiental (DDA) y el cumplimiento ambiental (Environmental Law Compliance) se han convertido en herramientas proactivas para combatir el flujo de capitales ilícitos. Esta convergencia legal no es una opción, sino un imperativo estratégico y moral para el sector financiero y las empresas que buscan garantizar la integridad y la sostenibilidad de la economía global.
- La Nueva Frontera del Crimen Financiero
Históricamente, la prevención del lavado de activos se ha enfocado en delitos como el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción. Sin embargo, el panorama criminal ha evolucionado, y las actividades ilícitas que depredan el medio ambiente han emergido como la tercera fuente de ingresos del crimen organizado a nivel mundial. La Interpol estima que el valor de los crímenes ambientales oscila entre $110 y $281 mil millones de dólares anuales, con un crecimiento del 5% al 7% por año, superando el crecimiento de la economía global. Esta cifra monumental subraya que la lucha contra el crimen organizado no puede ser completa sin abordar su origen, a menudo en la destrucción de ecosistemas.
La delincuencia ambiental genera ganancias opacas que deben ser legitimadas para su uso. Aquí es donde los sistemas financieros se convierten en el eslabón débil de la cadena. Sin una debida diligencia ambiental, un banco puede, sin saberlo, financiar un proyecto de tala ilegal o una empresa puede adquirir una propiedad cuyo valor real proviene de la destrucción de un parque nacional. La negligencia en la DDA no solo expone a las empresas a un riesgo reputacional y legal, sino que las convierte en cómplices involuntarios de una red criminal global.
- El Paradigma de la Diligencia Debida Ambiental: Del Análisis de Riesgo a la Acción Proactiva
La diligencia debida ambiental (DDA) es un proceso metódico de investigación que evalúa el cumplimiento ambiental de una empresa y los posibles riesgos asociados a sus operaciones, activos o inversiones. En el marco de la PLA, la DDA va más allá de un simple chequeo; se convierte en una herramienta predictiva que permite identificar el origen ilícito de los fondos.
Para que la DDA sea efectiva, debe integrarse en los programas de cumplimiento (Compliance Programs) bajo un enfoque basado en el riesgo, identificando sectores de alto riesgo como:
- Agricultura y ganadería: Posible deforestación para la expansión de cultivos o pastos.
- Minería y extracción: Posible minería ilegal de oro o minerales, que a menudo utiliza sustancias tóxicas como el mercurio, dañando ecosistemas y comunidades.
- Silvicultura: Posible tala ilegal y tráfico de madera, una de las mayores fuentes de ingresos para el crimen organizado.
- Tráfico de vida silvestre: Venta ilegal de animales exóticos y productos derivados, que genera miles de millones de dólares.
Para ilustrar este punto, un informe de la ONU y la Interpol de 2016 reveló que el 86% de la madera de origen ilegal comercializada en el mundo provenía de países en desarrollo, generando más de $51 mil millones de dólares en ganancias ilícitas. Esto demuestra que los flujos financieros asociados a la tala ilegal son tan rentables como el tráfico de drogas.
- Estudio de Caso: El Caso «Café Sombra»
Para comprender la operatividad de esta convergencia, consideremos un caso hipotético. Una importante empresa tostadora de café, «Global Coffee YPM», busca invertir en una gran finca cafetalera en un país de América Latina. En una revisión financiera estándar, todo parece estar en orden. Sin embargo, su equipo de compliance ambiental realiza una diligencia debida ambiental (DDA) exhaustiva.
- Análisis de teledetección: Utilizando imágenes satelitales históricas y actuales, el equipo descubre que una porción significativa de la finca fue deforestada hace siete años en una zona de bosque protegido, a pesar de que los registros de la empresa indican que el área siempre ha sido de cultivo. Las imágenes satelitales muestran una clara transición de un denso bosque a una plantación de café a gran escala en un periodo de tiempo muy corto.
- Verificación de licencias: Al cruzar esta información con las bases de datos regulatorias y el registro de la propiedad de la tierra, se encuentra que los permisos de uso de suelo y los permisos ambientales para esa área son fraudulentos o están vinculados a una empresa fantasma. El equipo de DDA descubre que los documentos fueron emitidos de manera irregular por funcionarios corruptos, quienes recibieron sobornos para la aprobación del cambio de uso del suelo.
- Investigación de contrapartes: El equipo investiga al propietario original y descubre que es una empresa con una estructura corporativa opaca, con activos en varias jurisdicciones de bajo control regulatorio. Se revela que el dinero generado por la venta de la madera extraída ilegalmente se «lavó» a través de transacciones inmobiliarias y se usó para financiar el desarrollo de la «finca de café» que ahora se ofrece a “Global Coffee YPM”.
Este proceso de DDA y análisis de compliance ambiental revela que una parte del terreno fue obtenida mediante tala ilegal y sobornos a funcionarios públicos. Sin la DDA, “Global Coffee YPM” habría invertido en un activo contaminado con crímenes ambientales, exponiéndose a sanciones, pérdidas de reputación y la incautación de sus bienes. Este caso demuestra cómo la DDA se convierte en un filtro esencial para identificar y bloquear la entrada de capitales ilícitos provenientes de la destrucción ambiental, protegiendo tanto a la empresa como al sistema financiero.

- Desafíos y Hacia un Futuro de Cumplimiento Integrado
La implementación de la DDA como una herramienta de PLA enfrenta obstáculos significativos, como la falta de datos estandarizados, la ambigüedad en la legislación de muchas jurisdicciones y la necesidad de profesionales con una doble especialización (financiera y ambiental).
Sin embargo, el camino a seguir es claro. A medida que el mundo adopta un modelo de desarrollo sostenible y los criterios ESG se vuelven prioritarios, la DDA se convierte en un pilar fundamental del cumplimiento corporativo.
La integración de la diligencia debida ambiental (DDA) no es solo una nueva capa de cumplimiento, sino una redefinición de lo que significa ser un actor responsable en el siglo XXI. Proteger los ecosistemas ya no es solo una tarea para los ambientalistas, sino un imperativo de seguridad financiera que requiere la colaboración de gobiernos, empresas y el sector financiero para construir una economía global más justa, ética y sostenible.
Yelena Piedra Matsenko
Asesora Legal del ICAFE –Costa Rica. Especialista en Asesoría Fiscal por la FUNDEPOS. Compliance Officer por parte de la World Compliance Association. Máster en Derecho Penal Económico por la Universidad Internacional de La Rioja.
